El cerco eléctrico es una herramienta de seguridad que se coloca en un perímetro determinado para proteger personas o instalaciones. También se le conoce con el nombre de valla electrificada. Consiste en la colocación de un alambrado conectado a un generador de alto voltaje para evitar el ingreso inapropiado de personas a través de él.

Los cercos perimetrales impiden que intrusos potenciales accedan a su propiedad, interponiéndose en su camino como una barrera física e intimidante. Si bien el impacto que brindan estas cercas no es letal, es suficiente para detener a la mayoría de las personas, retrasando su intento de robar sus activos o materiales.

Si alguien intenta cruzar la barrera del cerco perimetral a pesar de la descarga eléctrica, las opciones de alta seguridad, como las alarmas contra intrusos, detectarán la presencia del intruso cuando acceda a su propiedad. 

Estos dispositivos pueden ser usados también en el aislamiento de rebaños de animales en una granja. También existen recintos penitenciarios donde se utiliza esta tecnología para mantener custodiados a los reclusos. Además de detectar infracciones de seguridad, las alarmas contra intrusos también lo alertarán sobre la apertura de puertas o la manipulación de dispositivos.

Los cercos perimetrales compuestos de alambres de aluminio que han sido recubiertos con un material protector para evitar la oxidación. No tiene que preocuparse por el daño causado por la precipitación, y no hay necesidad de pintar o volver a manchar el material como lo haría con una cerca de madera. El mantenimiento básico que requieren estos cercos incluye verificar el voltaje adecuado en los cables con un medidor de voltaje, evitar que el césped y otros objetos toquen la cerca y verificar las conexiones.

Se ha demostrado que los cercos perimetrales actúan con éxito como un elemento disuasivo psicológico para los ladrones, y se sabe que retrasa a los intrusos para que no violen un perímetro. Además, puede servir como un sistema de alerta temprana para garantizar la máxima seguridad.

Al formar una de sus primeras líneas de defensa, los cercos perimetrales para negocios deben dividirse en zonas y sincronizarse con el sistema de alarma comercial . Esto proporcionará una advertencia temprana que activará la alarma si un intruso manipula la cerca, y las zonas identificadas indicarán la ubicación en sitios más grandes. Una sirena a todo volumen llama la atención sobre actividades sospechosas y también gana tiempo señalando su presencia antes de que entren en las instalaciones.